La mina Carmonda estuvo situada en la Valcueva, en el valle de Regueras.
Antigua casa de la administración de la mina Carmonda.
La mina de la Carmonda en 1882 era propiedad de D. Eduardo Carrió del Castillo vecino de Madrid. Este la vendió a Tomás Allende y Juan Bautista Rochet en el año 1884.
Vista de conjunto de la casa.
El 7 de octubre de 1889, José María Gurtubay y Meaza compra las minas Casualidad, Tomasito, Pepita, Presentación, Chomin, La Bilbaina y Capriles, todas ellas situadas en La Valcueva, a Manuel Allende y Villares, Tomás Allende y Alonso, Manuel de Orbe e Ipiña y Juan Bautista Rochet. A su vez, y junto a las minas de Manuel García Viñuela, las vende en 1890 a la Sociedad Carbonífera de Matallana, que había nacido el 6 de marzo de 1890, presidida entonces por Arturo Conde.
Vista del tendejón de los lavaderos desde el camino.
La Sociedad Carbonífera de Matallana S.A. fue fundada y domiciliada en Bilbao en 1890, con un capital social de 1.000.000 pesetas. La mitad de éste fue suscrito por José Mª Gurtubay Meaza, como contravalor de las 29 minas que aportó a la sociedad. El resto, en metálico, fue pagado por Benigno y Luis Salazar, Juan Gurtubay, José María Lizana, Marqués de Casa Torre, José María San Martín y Manuel de Orbe (Manuel de Orbe e Ipiña había solicitado las minas Chomin, La Bilbaina y Capriles entre los años 1884 y 1886.). Todos estos, si se excluye a Lizana, destacado político y accionista del ferrocarril, fueron miembros del primer Consejo de Administración del Ferrocarril de La Robla. Los hermanos Salazar eran además consejeros fundadores de la fábrica siderúrgica La Vizcaya.
Salida de los canales de lavado.
Las minas propiedad de la Sociedad Carbonífera de Matallana S.A. -una de ellas bautizada con el inequívoco nombre bilbaíno de Chimbo- estaban situadas en la cuenca de Matallana, en los términos de Aviados, La Valcueva, Matallana, Villalfeide, Vegacervera y Orzonaga. Estos cotos, al parecer, constituyeron la causa principal que motivó la construcción del ferrocarril.
Interior del lavadero en donde se ven las fundaciones de la maquinaria.
Al menos desde 1895 existían apartaderos para las minas de La Valcueva.
Lugar por donde bajaban las vías del plano inclinado, debajo se ve el edificio del lavadero.
Según una estadística de producción del año 1899 la Sociedad Carbonífera de Matallana habría extraido 15.500 toneladas durante el citado año y la mina Carmonda de La Valcueva 12.000 toneladas, por lo que cabría pensar que en aquella época la Carmonda no era propiedad de la Sociedad Carbonífera de Matallana.
Restos del tambor en donde se arrollaba el cable y de la palanca de freno.
Desde julio de 1901 la Sociedad Carbonífera de Matallana S.A. pasa a denominarse Hulleras del Torio y toma la decisión de arrendar todas sus minas al propietario parisino Georges Walravens, por un canon anual de 50.000 pesetas.
Vista del plano inclinado de La Carmonda.
En 1902 el propietario de las minas Valenciana y Carmonda era Sebastián López Lerena. En 1907 se formalizó un contrato entre el Ferrocarril de La Robla y los Sres. Ramón Aguilar y Dionisio González para la utilización de los apartaderos de La Valcueva en el cargue de carbones de las minas Valenciana y Carmonda. En julio de 1912 la Sociedad La Carmonda realiza una denuncia por intrusión de la Compañía Minera Anglo Hispana en la concesión Presentación, Capa Burgalesa. Entonces el precio de coste de la tonelada de hulla sobre vagón en el apartadero de La Carmonda era de 6,25 pesetas. En el censo de 1927 y en el de 1936, aparece la mina Carmonda en propiedad de Dionisio González Miranda. Mi padre, Luciano García Alvarez, trabajó en La Carmonda de pinche cuando tenía 14 años, allá por el año 1934 cuando aun era propiedad de Dionisio González, originario de Naredo de Fenar.
Tambor con dos zonas para el cable y una garganta central para la cinta del freno.
La mina Carmonda desarrolló sus labores en algunas capas comunes a la mina valenciana, pero cortadas más hacia el oeste y a mayor profundidad mediante un "pozo plano". Esto permitió alcanzar mayores alturas en la explotación de las capas, haciendo un mejor montaje de tajos y galerías con mayores rendimientos en la producción. Esta mina distaba del ferrocarril 1,5 kilómetros y para el transporte del mineral se instaló un servicio de trenes conducidos por caballerías, que acercando el carbón hacia las inmediaciones de los apartaderos debía aun salvar un importante desnivel mediante un sistema de plano inclinado con cabrestante. Desde la base de este plano se accedía a un apartadero en la línea del Ferrocarril de La Robla.
Por la vía del plano inclinado llegamos hasta las inmediaciones de La Carmonda.
Dionisio González Miranda en el año 1935 cede en arriendo la mina Carmonda a "Valle y Diez" al parecer por un período inicial de diez años, pero que la siguió explotando hasta 1959 (Ya como Hullera Vasco Leonesa). La Sociedad "Valle y Diez" explotó otra mina al Norte de la Carmonda donde sus capas ramificaban hacia la vertiente de Matallana. Dicha mina fue la anteriormente citada "Presentación" y posteriormente "Esgañal". Valle y Diez vino explotando la mina con un pozo plano de seis pisos sobre capas de carbón con galerías e instalación de desagüe y su correspondiente preparación para la extracción del mineral produciendo de 700 a 800 toneladas al mes. En 1938 facturó 14.956 toneladas por un montante de 23.639 pesetas. En 1940 ocurrieron gravísimas inundaciones en las galerías y sala de bombas.
Coladero para el carbón en uno de los cargues que para los camiones había en la plaza de La Carmonda.
Algunos datos resumidos de operarios y gastos respecto de la mina Carmonda, son los siguientes:
Plaza de La Carmonda.
Relación de trabajadores de la mina Carmonda en Enero de 1935.
Mi abuelo paterno, Eloy García, trabajó en esta mina.
Conjunto de edificios que aun se conservan.
Sobre el año 1970 se reanudó la explotación de la mina Carmonda por una sociedad formada por Ricardo Tascón, Ricardo Blanco, Florentino García y Alfredo García. La actividad se realizó con grandes dificultades económicas que llevaron a un cierre prematuro. Con posterioridad, hacia 1980, se reabrieron algunas galerías y, sobre todo, se trabajó a cielo abierto en toda la zona de La Valcueva y Matallana. La actividad tampoco duró mucho tiempo.
Palanca de un desvío en la mina Carmonda.
Bocamina del pozo plano hacia el Este.
Bocamina calada hacia el Norte.
Coladero de carbón al lado de las bocaminas.
Interior de uno de los edificios con los soportes de las perchas para los obreros. Hoy en día se utiliza para resguardar un rebaño de cabras.
Edificios vistos desde las bocaminas.
Concesiones mineras explotadas por Valle y Diez S.R.L.
Bibliografía:
"El valle de La Valcueva" Luis Rojo Martínez, Instituto Leonés de Cultura, 2001
"El Ferrocarril Hullero de La Robla a Valmaseda" Pedro Fernández Díaz-Sarabia, Junta de Castilla y León, 2003
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