Desde la ventana de mi salón veo el Este del mundo y hacia el Noroeste, cuando la niebla y la contaminación no lo ocultan, el Montseny, que hoy y desde hace unos días está nevado.
Uno de estos días de invierno, al atardecer, las estelas blancas de los aviones se sonrrosaban con el sol de la tarde.viernes, 11 de febrero de 2011
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