Después de volver de la excursión al Brañacaballo paramos en el pueblo de Piedrafita para tomar una clara y descansar un poco. En el bar nos enteramos que por estas fechas hacen una comilona con cordero a la estaca y vino hasta que el cuerpo aguante.
Los campanarios y las campanas siempre me han atraído.
La campana en su espadaña.
Vista del pueblo desde el campanario.
No hay comentarios:
Publicar un comentario