Lavadero de corona Évrard
El lavadero de corona Évrard fue ideado por Maximilien Évrard y estaba formado por un cuerpo de bomba central de 5 metros de diámetro, rodeado de una corona circular de 5 metros de altura llena de agua. Dentro de esta corona estaba colocado un tamiz (Criba) inclinado, sumergido en un tercio de su superficie. Este tamiz inclinado giraba alrededor de un eje. El pistón, situado en el cuerpo de bomba central, impulsaba, mediante los golpes que daba, el agua por debajo del tamiz. El carbón a lavar se cargaba en el punto en donde la criba se iba sumergiendo dentro del agua y se clasificaba, gracias a los golpes de pistón, durante la inmersión de la criba. Cuando ésta salía fuera del agua se retiraba el carbón limpio mediante paletas que conducian los diferentes tamaños a las tolvas en donde se cargaba, posteriormente, en vagones. Este tipo de lavadero, debido a la complejidad del mecanismo, tenía un mantenimiento muy costoso.
Lavadero Évrard de 1892.
Lavadero clasificador Évrard
En el grabado anterior se puede ver un lavadero clasificador Évrard. Este aparato de grandes dimensiones comprendía una cuba de lavado (a), cilíndrica o rectangular, de siete a ocho metros de profundidad y de cinco a seis metros cuadrados de sección. Por la parte inferior esta cuba se comunicaba con la cuba de pistonado (b), que tenia la misma sección, pero menor altura. Las dos cubas se mantenían casi llenas de agua. La cuba de pistonado estaba herméticamente cerrada, pudiendo recibir por su parte superior una corriente de vapor que se condensaba en parte, calentando las capas superiores de agua, y presionando sobre ellas como un pistón.
Se colocaba sobre la cuba de lavado la carga de carbón a tratar, aproximadamente unas 4 toneladas, sobre una plancha perforada, situada a dos metros por debajo del borde superior del agua. Enviando vapor hacia lo alto de la cuba de pistonado se hacía subir el nivel del agua en la cuba de lavado. Posteriormente se dejaba escapar el vapor, haciendo descender al agua en la cuba de lavado. Una vez hecho esto se dejaba reposar la masa de carbón lavado durante unos minutos. En este momento se elevaba el carbón a lavar mediante un cilindro hidráulico (e), movido por el agua de la cuba de presión (c), a la que se hacía llegar el vapor por su parte superior.
El agua que recubría la masa de carbón, casi impermeable, se dejaba escapar y se reunía en un decantador. La carga de carbón (d) quedaba aglomerada y clasificada en la parte superior de la cuba de lavado. Mediante un rastrillo se recogía siguiendo capas horizontales. Las capas superiores estaban formadas por carbón, las inferiores por esquisto y las intermedias por una mezcla de carbón y esquisto. Esta fracción mezclada de carbón y esquisto se trataba posteriormente en el lavadero de corona citado anteriormente. El lavadero clasificador podía tratar hasta 200 toneladas diarias.
"Les mines les minières et les carrières" Badoureau et Grangier, Paris 1892.
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