El tejido de mahón

Recuerdo que mi padre utilizaba pantalones de trabajo para el taller hechos de tejido de mahón por el sastre del pueblo. Parece ser que era el tejido más utilizado para la ropa de trabajo en el país vasco, por ser barato y muy resistente. Este tejido se fabricaba en Vergara. Hoy el pantalón de mahón forma parte de algunos trajes regionales masculinos vascos.

Por otra parte "El color azul mahon ha sido tradicionalmente el de la ropa y monos de trabajo de los obreros". José Antonio, fundador de la Falange, alude a este hecho en sus primeras palabras como primer jefe nacional de Falange Española. El 4 de octubre de 1934 dijo: "Puesto que me habéis elegido jefe, honrándome con vuestra confianza, va a ser ésta la primera determinación de autoridad que adopte. La Falange Española de las J.O.N.S. precisa un color de camisa neto, entero, serio y proletario. He decidido que el color de nuestra camisa sea azul mahón. Y no hay más que hablar".

Sociedad Anónima. Tavex es el nombre actual por el que se conoce la empresa que con distintas denominaciones sociales elabora hilo, tejido y estampaciones de algodón en Bergara desde mediados del siglo XIX.

Aunque la tradición textil de Bergara se remonta al menos al siglo XV, pues en 1497 los Reyes Católicos confirmaron las Ordenanzas de "… los hazedores de los paños de Vergara …." y en el siglo XVIII el " …. lienzo que llaman de Vergara …." gozaba de reconocido prestigio, la importancia de la villa guipuzcoana en esta actividad comenzó a desarrollarse con fuerza a partir del 23 de Enero de 1846, cuando se constituyó la sociedad comanditaria " Fabrica de Hilados y Tejidos de Vergara". Sus fundadores fueron José Julián Blanc, nacido en Laluenga (Huesca) y afincado en Bergara, junto a Rodolfo Silva, así como Frois , ambos vecinos de Bayona que tenían la condición de socios colectivos y dos hermanos de los franceses, junto al Marqués de la Torre y de la Presa, como comanditarios. El capital inicial fue de 2 millones de reales, dividido en 100 acciones de 20.000.

Entre las razones para ubicar la nueva planta en Bergara que a mediados del siglo XIX contaba con unos 4.500 habitantes, frente a 15.000 Bilbao, 13.000 San Sebastián y 12.000 Vitoria, además de la tradición textil y la vinculación personal de Blanc con la Villa, cabe señalar al menos otras dos circunstancias. Por un lado las favorables comunicaciones tanto con la frontera francesa como con el centro español por el "camino de coches" que se terminó de construir en 1765, pudiéndose decir lo mismo de la conexión con Bilbao que quedó favorablemente resuelta en 1839.

Por otro lado fue importante la disponibilidad de terrenos junto al río Deba, parte de cuyas aguas se preveía utilizar para producir energía. Sin embargo no deja de llamar la atención la elección, pues como es conocido, en la época Cataluña había desarrollado una notable industria textil. Sin embargo, a fines del siglo XIX y principios del XX, cuando el desarrollo industrial del País Vasco empezaba a tener una notable entidad, en el sector textil, junto a la empresa bergaresa se pusieron en marcha entre otras, en Gipuzkoa, Textil Lasagabaster (1892), Esteban Alberdi y Cia. el mismo año, Epelde, Larrañaga y Cia. (1898), Fabril Lanera (1899) y Manufacturas del Yute (1900), y en Bizkaia La Conchita (1903).

La puesta en marcha de la Fábrica de Hilados y Tejidos en el Barrio de San Antonio de Bergara se llevó a cabo en circunstancias propicias, pues en 1841 se había producido la abolición de las aduanas internas y su trasladado a las fronteras exteriores. Además el sector se vio muy favorecido por todos los avances tecnológicos que impuso la Revolución Industrial y que la sociedad bergaresa pudo aplicar desde su inicio.

"La Algodonera" a lo largo de su dilatada historia ha registrado numerosos cambios de sus propietarios y formas societarias. Cabe destacar que en 1889 adoptó el nombre de "Blanc, Larraondé, Aguirre y Cia." y a la muerte de José Julián Blanc, auténtico promotor y único propietario desde 1871, ocurrida a mediados de 1877, se hizo cargo de "La Algodonera" su viuda Martina Maiz y Bagazgoitia, que la vendió en 1881 a Jose Niceto de Urquizu, adoptando el nombre de "Vda. de José Julián Blanc y Urquizu", para seis años más tarde, hacerse cargo de nuevo de la sociedad, que pasó a llamarse "Vda. de J. J. Blanc". A su fallecimiento en Octubre de 1891, fue adquirida por cinco inversores de los cuales cuatro residían en Bergara, Ignacio Echaide (150.000 pesetas), Manuel Saiz (50.000) y los hermanos Francisco y Jorge Arteche con 25.000 pesetas cada uno y Benito Ameztoy con 150.000. La sociedad se constituyó el 10 de Mayo de 1892, con el nombre de "Echaide y Cia. Sucesores de Vda. de Blanc". Tras diversas incidencias, el 21 de julio de 1904 pasó a denominarse "Algodonera San Antonio S.A. ".

También hay que destacar por su importancia la MBO constituyendo los directivos "Cartera Tavex" para comprar la empresa ,lo que se materializó el 24 de mayo de 1989, comenzando la empresa a cotizar en Bolsa en julio del mismo año.

"La Algodonera" se ha caracterizado a lo largo de su historia por el mantenimiento de un buen nivel de gestión, adaptando su producción, en lo que han predominado "los azules" a la demanda de cada época, pudiéndose decir lo mismo de los procedimientos tecnológicos utilizados, lo que ha requerido importantes inversiones, habiendo sabido superar las inevitables crisis de mercado que se han producido en su ya larga andadura.

Las últimas décadas ha sido notable su expansión internacional en la que destaca su centro productivo de Marruecos, utilizando diversas marcas comerciales.

La empresa que inicialmente daba empleo a unos 300 trabajadores en 1860, llegó a ocupar a 500. Aunque con un nivel menor, en todo momento ha tenido una gran incidencia socio-económica en la zona en que se ubica.