lunes, 15 de junio de 2020

Las películas de Riaño


El valle de Riaño, antes y después del pantano, ha sido escenario natural de un buen número de películas: ‘Un hombre va por el camino’, ‘Orgullo’, ‘Cuerda de presos’, ‘Luna de lobos’ o ‘Las huellas borradas’, en ellas encontramos paisajes que han desaparecido bajo las aguas
'Riaño Vive’ es una expresión que acuñaron aquellos que se niegan a que la historia de aquel valle quede en el olvido, a que sea condenada a quedar sepultada bajo las aguas del pantano. Y a la expresión Riaño Vive le añaden apellidos... en las fotos, en los recuerdos, en las palabras, en los programas de la tele, en la radio... También en el cine.

Riaño Vive en el cine pues han sido varias las películas que han perpetuado las imágenes de este valle leonés, algunas anteriores al pantano, con lo que se convierten en documentos irrepetibles, memoria eterna de aquellas tierras.

Por ello, en este repaso veraniego por los espacios leoneses que se han convertido en platós de cine, en los que se han rodado películas —numerosas por cierto—, parece idóneo acudir a este valle, a Riaño y su comarca, a Riaño y otros pueblos anegados por el pantano, como Anciles, La Puerta... Hablamos de películas como ‘Un hombre va por el camino’ (1949), ‘Orgullo’ (1955), ‘Cuerda de presos’ (1956); ‘Luna de lobos’ (1986), ‘Las huellas borradas’ (1999) o el reciente documental ‘Mi valle’, que La Nueva Crónica entregará a sus lectores el 9 de julio.

En este repaso, con el añadido de que además nos ha dejado imágenes irrepetibles pues ya no existen los paisajes en los que se grabó, hay un nombre fundamental, el del director Manuel Mur Oti, un personaje singular, francotirador por libre, poeta y novelista (finalista del Nadal), que se formó en el cine en Cuba, país al que emigró en 1921 y donde estudió Derecho y Literatura, antes de viajar por otros muchos países. En 1949 regresó a España.

Y en 1949 viajó al valle de Riaño para grabar buena parte de las imágenes de ‘Un hombre va por el camino’, un drama rural en el que aborda el tema del qué dirán, las habladurías, etc, cuando un vagabundo de oscuro pasado llega a un pueblo en el que sólo viven una viuda y su hija. Congenian bien y se desatan las habladurías en esta película muy bien recibida con excelente interpretación de Ana Mariscal.

La película es un western español en el que dos familias poderosas pugnan por el agua del valleLe gustó el valle a Mur Oti y repitió con ‘Orgullo’ (1955), un western que se convierte en una sucesión de paisajes en Riaño, La Puerta y Anciles, fundamentalmente. Fueron muchas semanas de rodaje, con importante presencia de extras de la comarca, que recordaban «la película» con gran cariño. Una mujer de Anciles, Casimira, que vivió 105 años repasaba en un reportaje para La Crónica sus recuerdos y allí estaba el rodaje de ‘Orgullo’: «Participaron mujeres de Anciles y de Riaño. Recuerdo que andaban con los caballos y los carros por las peñas, el mejor entretenimiento era ir a verlos». Y en la película están esas imágenes de los carros entre las peñas, a extras locales llevando la pareja de las vacas con pericia... Curiosamente el argumento de la película narra los enfrentamientos de dos poderosas familias, los Mendoza y los Alzaga, enfrentadas durante generaciones por el agua de un río que separa sus fincas. Parece que se va a resolver cuando los hijos se enamoran pero llega una sequía...

Si hubiera que elegir la película que más enclaves leoneses recoge a buen seguro que saltaba el nombre de ‘Cuerda de presos’, basada en la novela de Tomás Salvador y dirigida por Pedro Lazaga. La novela recorre buena parte de la provincia, saliendo de Murias de Paredes, pero Lazaga grabó buena parte de la película en el entorno de Riaño. La trama, que recrea con gran acierto la vida de nuestros pueblos a finales del siglo XIX, permite la exhibición de paisajes pues narra la historia de un preso (Fernando Sancho) al que dos guardias civiles reciben la orden de escoltar a un preso desde Murias hasta Vitoria, donde será juzgado. Como la benemérita anda mal de dinero, deberán ir andando, sufriendo la agotadora caminata, el frío y los intentos del preso por escaparse, los dos guardias se replantean su vocación...

El último documento gráfico de Anciles son las imágenes de ‘Luna de lobos’El salto nos lleva en el tiempo a los meses previos al cierre definitivo del pantano de Riaño, con ‘Luna de lobos’, la película de Julio Sánchez Valdés basada en la novela homónima de Julio Llamazares sobre las aventuras de supervivencia de varios maquis por las montañas de León.

Anciles, sobre todo, y Riaño fue escenario de esta película (también Sabero, Lois...). La cercanía del cierre del pantano convierte estas imágenes en el último testimonio. Por ello, su director, Julio Sánchez Valdés no duda en afirmar que «podría decirse que es el último documento gráfico de la comarca que hoy yace bajo las aguas del pantano. Se ve, por ejemplo, Anciles, un pueblo que ya no existe. Si alguien duda así de que el cine sea un bien cultural, aquí tiene la prueba».

Doble protagonismo riañés tiene la última película rodada en el valle, ‘Las huellas borradas’ , de Enrique Gabriel, con Federico Lupi como protagonista. Doble protagonismo pues se rodó en pueblos del valle (después del pantano en este caso, pues fue rodada en 1999) y por la temática, ya que cuenta la historia de un pequeño pueblo enclavado en las duras y montañosas tierras de León, vive días de angustia porque va a ser anegado por un pantano... La historia les suena, seguro.

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